¡Umbu!

Fruta típica del semiárido de Brasil. Su nombre viene del Tupi-guaraní “y-mb-u”. Además de vivir mucho, casi 100 años, sus raíces retienen agua, y en casos de sequía extrema el hombre recurría a estas raíces para aplacar la sed. Este es un símbolo de resistencia, de esta zona, de esta gente. El semiárido brasileño es un mundo aparte, muy distinto del paisaje amazónico que es lo que en general se espera de Brasil. El semiárido, tiene historias de largas sequias que llegan a durar años, la historia de la región contiene fantásticas aventuras de hombres fuera de la ley llamados yagunzos y fanáticos religiosos que hicieron la ciudad de Canudos, y allá vivieron esperando el fin del mundo bajo la orientación religiosa de Antonio Consellheiro. Como vivían de manera alternativa, sin reconocer el estado Brasileño, este envió tropas gubernamentales y en la cuarta tentativa en 1897, las tropas quemaron y mataron a toda la ciudad, degollaron hasta sus prisioneros, se acredita que hubo más de 25000 muertos de los dos lados. Canudos es uno de los eventos más sangrientos de la historia de Brasil
Los autores que cuentan lindas historias del sertão son, el clásico “Os Sertões” de Euclides da Cunha, “Vidas Secas” de Graciliano Ramos y con increíble riqueza de detalles tenemos “La guerra del fin del mundo” del escritor peruano Mario Vargas Llosa, en una de sus grandes creaciones. En ella, recrea la Guerra de Canudos. Viajó a Brasil y se quedo meses en Canudos para poder hacer el boceto del libro, experimentando la vida y forma de ser de la gente, de la región; narró detalladamente los acontecimientos históricos ocurridos en 1896 y 1897 en Canudos. Es maravilloso ver como Vargas Llosa fue capaz de tamaña sensibilidad hacia a la naturaleza del otro, del ajeno. ¿Habrá probado el umbu? ¿Y el pequi?
El Umbuzeiro es la representación de esta gente digna y sufrida, que resiste a la intemperie del semiárido y todavía es capaz de dar frutos, sombra y hasta agua.

Foto by Andrea Gabriel