lunes, 30 de mayo de 2011

Revuelta Esclava de los Malês


A principios del siglo XIX la capital bahiana contaba con una población, cuya mitad estaba conformada por esclavos y negros libertos, provenientes de diferentes etnias africanas como los nagôs, haussás, minas y jejês.

Entre esta variedad étnica, había una parte considerable de africanos que practicaban la religión musulmana y, en consecuencia, solían dominar la lectura y la escrita. Esta clase de esclavos eran denominados Malês, y habitualmente prestaban pequeños servicios, o se dedicaban a la administración de casas comerciales.
El origen del término malês es bastante controvertido, pero entre las distintas teorías, está la de Pierre Verger, que asocia el término Malês a otro. Que es Imale, y es la expresión yoruba para nombrar islam o musulmán. En Bahía cualquier persona de raza negra que adoptaba el islam era malê, e incluso Hausa y Malê eran considerados sinónimos.
La noche del Ramadán del año de 1250 de la Hégira, coincide con la madrugada de 24 para 25 de enero de 1835, fecha en que un grupo formado por cientos de esclavos y negros libertos musulmanes, inició una insurrección armada en las calles de Salvador. Esa fecha fue elegida, por ser una de las diez últimas noches del mes sagrado del ayuno islámico, entre las cuales también se encuentran Lailatul-Qadr, la Noche del Poder o la Noche de la Gloria, en la cual Allah reveló el Qurán a la humanidad, y corresponde también la fiesta católica de Nuestra Señora de la Guía.
Una de las particularidades de esta rebelión fue el uso del “abadá” en público, ya que los malês evitaban usar el abadá para no provocar la persecución policial,pero cuando estos negros invadieron las calles usando esas largas ropas blancas, fue la primera vez que la ciudad de Salvador vio desfilar los hijos de Alá vestidos de blanco.
En el Candomblé (religión de brasileña de origen africana) los hijos de Òrisalá (Oxalá en Bahía) reservan un lugar especial para los hijos de Alá, que son considerados hijos de los orixas blancos (funfus). Actualmente podemos ver la alfombra blanca de los hijos de Ghandy en los Carnavales de Bahía.
Hoy, todo es fiesta, pero los hijos de Oxalá saben cuánto costó ganar la batalla para poder desfilar de blanco por las calles de Bahía libremente, y más bailando ijexá.

viernes, 20 de mayo de 2011

"Baía de Todos os Santos"


En Salvador de Bahía, y sus alrededores, se llevaron a cabo los primeros intentos de una rebelión esclava, a principios del siglo XIX. Las colinas, matas y también las lagunas servían de soporte ecológico para el desarrollo de una colectividad africana independiente, y casi clandestina. La ciudad por su parte, se encontraba rodeada por quilombos (lugares políticamente organizados de negros esclavos cimarrones, con alcaldes que ejercían su autoridad al interior de los mismos) y centros religiosos.
Es así como 2 años después de asumir el cargo de gobernador de Bahía, João Saldanha da Gama, gran enemigo de los quilombos, escribió en 1807 para el Consejo Ultramarino Portugués: “Sin mucha dificultad descubrí que en los suburbios de esta capital, y dentro del mato, existen innumerables ayuntamientos (,…) con una libertad absoluta, danzas, vestuarios caprichosos, remedios fingidos, bendiciones y oraciones fanáticas, con fiestas, mucha comidas y regalos…” Tan es así que João Saldanha da Gama, siempre se quejaba de la indulgencia de los señores de esclavos, en especial de la libertad de la que gozaba el esclavo urbano.
Es innegable que en la cocina afro-brasileña se destaca el padrón yoruba-nago comprometido religiosamente con la presencia del aceite de palma, o con la obligatoriedad de su ausencia prescripta, siendo su omisión enfatizada en la receta y en los padrones rituales.
Y ya en el libro Casa Grande – Senzala, de Gilberto Freyre hablaba de su pasaje por Bahía y decía: … “une cuisine et une politesse! Oui, les deux signes de vieille civilisation…”, Recuerdo haber aprendido esto de un libro en francés, y justamente es el mejor recuerdo que conservo de Bahía, su cortesía y su cocina.

viernes, 13 de mayo de 2011

13 de Mayo: Abolición de la esclavitud en Brasil


El mayor receptor de esclavos fue sin duda Brasil, superando incluso al Caribe. Unos 12 millones de africanos fueron capturados y llevados a Brasil, Unos 3 a 5 millones sobrevivieron el viaje y llegaron a destino. Solo entre 1781 y 1855 entraron 409.000 a Bahía, 1.314.900 negros al sur de esta y 390.000 al norte. Descontando al alto número de negros que moría cada año por las malas condiciones de vida el aporte demografíco neto fue de 2,2 a 3 millones de africanos. (fuente - wikipedia)

martes, 10 de mayo de 2011

Los esclavos de “gano”


La esclavitud en Brasil duró más de 3 siglos y medio. Se trataba de una relación muy abierta, expuesta, en todo sentido. La comercialización se realizaba en forma pública en los mercados, donde los negros eran exhibidos con poca vestimenta, y a los que eran comprados los inspeccionaban enteramente, los hacían correr, saltar, y les miraban los dientes para determinar la edad exacta. Las puniciones o castigos, también eran publicas en el “pelourinho” que era un tronco ubicado en una calle, donde un Carrasco encargado exponía a los esclavos a “chivateadas” o acusaciones, y Debret lo describió así: “todos los días entre las 9 y 10 de la mañana hay una cola de negros a ser castigados. Eran tomados presos, por los brazos de dos en dos y conducidos, bajo escolta policial, hasta el local designado para el castigo. Es por esta razón que existen en todas las plazas más frecuentadas, pelourinhos erguidos con la intención de exhibir los castigados…”
“Con la llegada de la corte real y el fortalecimiento de los negocios, el trafico aumentó de forma exponencial. La media de navíos negreros aumentó de 21 en el periodo de 1805 para 51 después de 1809. Solo en impuestos el Estado recibía 80000 libras esterlinas,…, hoy el equivalente a 18 millones de reales. ”¹ (Laurentino Gomes) Los negros eran utilizados para trabajar en los labores de caña de azúcar, algodón, café, tabaco, además de las minas de oro y diamantes. En el interior, el propio dueño o feitor era quien castigaba el esclavo. Además de estos mórbidos y asombrosos detalles, la esclavitud en Brasil tuvo otras características muy particulares como la presencia de esclavos de gaño, en especial en las ciudades.
Los esclavos de gaño eran obligados a trabajar vendiendo comida, cargando sillas, valijas, vaciando barcos, o prestando algún otro tipo de servicio. Ellos tenían una “cuota a pagar” a su dueño diariamente por su trabajo, y por lo tanto se movían libremente por la ciudad, en busca de ganar más plata de la esperada, y cuando lo lograban, ahorraban. Era muy común ver que un esclavo lograba comprar su propia libertad. Y más común de lo que se puede imaginar era ver que una vez comprada su libertad, también se compraba un esclavo. La comida siempre fue un muy buen emprendimiento y Debret lo registró en varias oportunidades.


Pinturas de Jean-Baptiste Debret

miércoles, 4 de mayo de 2011

El Brasil que empieza…



A pesar de las críticas hacia D. Joao, su llegada cambió Brasil.
D. Joao fundó el Banco de Brasil y abrió los puertos a las naciones amigas, conecto Brasil directamente con el mundo, en especial Rio de Janeiro que está en ubicación privilegiada en largos viajes alrededor del mundo.
En el principio del siglo XIX un viaje de Inglaterra a Rio de Janeiro tardaba entre 55 y 80 días. De Rio a Ciudad de Cabo en África del sur eran 30 a 50 días. Hasta India de 105 a 150 días. Para China 120 a 180 días. Para Australia de 70 a 90 días. (Cálculos basados en los relatos de George Gardner y del viajante Rudy Bauss, citados en el libro 1808 de Laurentino Gomes).
Los muchos relatos de los viajeros hoy sirven como material de estudio e investigación. Y de los hábitos alimentarios el inglés Luccock cuenta que durante una comida en la casa de una familia rica, “se consideraba prueba indudable de amistad servirse del plato del vecino…”, para acompañar la comida tomaban un vino suave, y con el efecto del alcohol: “se exageraba la gesticulación […] y echaban puñaladas en el aire, de cuchillo y tenedor, de tal manera que el extranjero se sorprende que ojos, narices y faces escapen ilesas.” En otros relatos de Luccock, el mismo y muchos otros como Debret son unánimes en comentar el uso de la mano en el momento de comer, dispensado el uso de tenedor como habito común de la gente,que en la mayoría de los casos, cada cual trae su propio cuchillo.
En Rio en esta época había escasez de carne de ganado fresca. A pesar de esto la población tenía una dieta rica y variada. Con muchas frutas, pescados, ave, verduras y legumbres. El pan hecho de harina de trigo era raro de encontrar y caro. Las harinas de mandioca y de maíz eran utilizadas en toda colonia, que junto con los frijoles (porotos) y la carne seca eran el trípode básico de la alimentación brasileña.